De entre todas las modalidades de pesca a las que ocasionalmente me acompaña, sin duda su favorita es la PESCA DE LA LLAMPUGA, por la espectacularidad del combate y su deportividad. Lamentablemente, los últimos años están más bien escasas en nuestra zona....
Se confirma de nuevo, un año más con una gran ESCASEZ DE LLAMPUGAS, que a duras penas han hecho aparición, salvo contados y aislados ejemplares en la zona de TORREVIEJA, si lo comparamos con unos años atrás a comienzos del otoño, donde era una especie que irrumpía de repente en aguas someras en gran abundancia, para regocijo de los pescadores deportivos. La llampuga es una especie pelágica de costumbres fuertemente migratorias, que si bien es muy conocida por los pescadores deportivos, es un gran desconocido para la mayoría de personas que no sean aficionadas a la pesca. Gastronómicamente, y salvo en lugares muy puntuales o en zonas tropicales, rara vez podamos acceder a ella en mercados o restaurantes.
No por ello es un pez que no tenga valor comercial, puesto que (puedo dar fe de ello), posee una carne blanca de un sabor exquisito, que se diferencia claramente de otras especies pelágicas (atunes, bonito, albacora, melba, etc). Deportivamente hablando, es un pez al que (salvo captura accidental), solo podemos capturar estacionalmente, a finales del verano hasta mediados de otoño en aguas poco profundas, cuando se acercan a la costa motivadas por el calentamiento de las aguas, permaneciendo en ellas hasta que las temperaturas descienden de los 20-22º. Es un pez tan voraz y con un ciclo reproductivo tan corto e intenso, que cuando irrumpen y se agrupan en bancos son relativamente fáciles de capturar mediante diversas modalidades, ya sea a curricán de superficie, jigging/spinning, o con la embarcación fondeada (a drifting), es decir, mediante el previo cebado con sardinas, alachas, etc, y cebo muerto calado en superficie o a medias aguas.
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A la izquierda: técnica del curricán (señuelos para llampugas: pulpitos y rapalas). A la derecha: acción de pesca a "drifting" (a media agua) con globos para separar las líneas de la embarcación. |
Os dejo el enlace de las técnicas de pesca a la llampuga, de la web de mi amigo y compañero de pesqueras Andrés Javaloy, en el que se explica con todo detalle las técnicas de pesca a la llampuga:
http://www.pescatorrevieja.com/lampuga/llampuga.htm
Otra característica peculiar de esta especie es que tienden a agruparse en torno a objetos flotantes, donde atacan a los pececillos que se refugian, o permanecen “a la sombra” para acechar a los cardúmenes de las inmediaciones y para “socializar” entre ellos. En la relativa “escasez” que llevamos sufriendo en los últimos 2-3 años (al menos en mi zona), esta “singularidad” de permanecer bajo objetos flotantes nos ha permitido realizar alguna buena pesquera puntual, como la que hicimos a mediados de octubre de 2013, cuando después de 3h buscándolas al currican sin ningún resultado, divisamos un gran objeto flotante bajo el que (felizmente para la tripulación del AVIZOR), estaba reposando un numeroso grupo de ejemplares entre 1 y 2 kg . Se trataba de un gran tronco flotando (que probablemente había sido arrastrado desde la Desembocadura del Segura), al cual , después de capturar 3 ejemplares al curricán, nos aproximamos para pescar junto a él a la deriva (a drifting -con alacha y sardina- y a spinning), logrando capturar una docena de ellas.
Este es el principio fundamental de las "Llampugueras" mallorquinas, donde se pescan comercialmente utilizando como reclamo objetos flotantes artificiales o "capsers".
Atrás quedan esos “maravillosos años” en que, a principios del otoño, podíamos hacer capturas masivas de este ejemplar, fondeando en aguas de 50 m de profundidad (en un cantil sumergido), y con un cebado previo (en ocasiones no era necesario dada la abundancia), lográbamos capturar con gran facilidad 20 o 30 ejemplares de buen tamaño en una sola jornada. O en que navegando al curricán era la presa principal, muy por encima en número a las bacoretas, bonitos o atunes, divirtiéndonos extraordinariamente con sus fuertes picadas y su bonita lucha (saltos malabares incluídos) con que este fascinante pez es capaz de deleitarnos a los pescadores.
En estos últimos años, la disminución de esta especie y la prohibición de la pesca del atún (relativamente abundante actualmente), se ha traducido en un descenso de la práctica del curricán de superficie en la época otoñal (en la zona de TORREVIEJA), haciendo que muchos pescadores se decidan por otras modalidades (fondo a volantín en busca de especies bentónicas como la dorada o el pagel, curricán de fondo, deep jigging,etc) en una época en que todavía no es demasiado fácil realizar buenas pesqueras mediante las técnicas mencionadas, salvo algunas excepciones, puesto que son más típicas del final del otoño, invierno y comienzos de la primavera.
En estos últimos años, la disminución de esta especie y la prohibición de la pesca del atún (relativamente abundante actualmente), se ha traducido en un descenso de la práctica del curricán de superficie en la época otoñal (en la zona de TORREVIEJA), haciendo que muchos pescadores se decidan por otras modalidades (fondo a volantín en busca de especies bentónicas como la dorada o el pagel, curricán de fondo, deep jigging,etc) en una época en que todavía no es demasiado fácil realizar buenas pesqueras mediante las técnicas mencionadas, salvo algunas excepciones, puesto que son más típicas del final del otoño, invierno y comienzos de la primavera.
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Pesquera del 01-11-2006: llampugas de buen tamaño (de 1,5 a 4 kg) capturadas a jigging, junto a un puñado de seriolas y calamares. |
Pero vayamos al tema principal de este artículo:
¿Cual puede ser el motivo de que este pez, con querencia a aguas cálidas (no olvidemos que es una especie básicamente tropical) escasee tanto este año en que las temperaturas están siendo tan altas, y en el marco del calentamiento global, por el que (teóricamente) debería ser un pez cada vez más frecuente en aguas subtropicales (como las nuestras), donde las temperaturas medias son cada vez más elevadas?
No existe demasiada bibliografía al respecto, aunque sí datos objetivos de que las pesquerías profesionales (en los escasos lugares donde ésta se realiza, como las Baleares) también han sufrido una disminución drástica en los últimos 2-3 años, a pesar de que no es una especie sobreexplotada.
No existe demasiada bibliografía al respecto, aunque sí datos objetivos de que las pesquerías profesionales (en los escasos lugares donde ésta se realiza, como las Baleares) también han sufrido una disminución drástica en los últimos 2-3 años, a pesar de que no es una especie sobreexplotada.
En el siguiente recorte de prensa puede comprobarse este hecho:
HIPÓTESIS DEL DESCENSO POBLACIONAL DE LA LLAMPUGA:
Ya metidos en faena, intentaré dar alguna explicación (totalmente subjetiva y sin demasiado rigor científico) del fuerte descenso de la población de LLAMPUGAS en nuestras aguas, aventurándome a lanzar varias hipótesis:
1.- La presencia de numerosos barcos de cerco (traiñas) en la temporada estival en la zona de TORREVIEJA, procedentes de varios puertos base (de las provincias de ALICANTE, MURCIA y ALMERÍA), atraídos por los grandes bancos de boquerones y sardinas y otras especies pelágicas, han traído consigo una reducción drástica de los cardúmenes de las presas naturales de las llampugas en aguas próximas de la plataforma continental. Este hecho puede constatarse en numerosos artículos de prensa que resalta la flota de cerco y el desembarco de pequeñas especies pelágicas en Torrevieja los últimos años.
2.- La “prolongación” del verano sin la irrupción radical del otoño en cuanto a temperaturas se refiere, ha provocado que las llampugas (cuyos movimientos migratorios dependen fuertemente de gradientes térmicos) se queden para su ciclo reproductor y de crecimiento, en aguas más profundas sin sentir la “llamada de las aguas costeras” en que las temperaturas deberían ser superiores a las de aguas más profundas de donde provienen. Algo parecido a lo que nos esta pasando a nosotros, que no hemos sentido la llamada del “armario ropero” para sacar las prendas de abrigo. Tal vez ellas estén todavía adormiladas y “de vacaciones” en sus lugares querenciosos de alta mar, como nosotros permanecemos con la misma ropa que llevabamos en verano.
Como se observa en estos gráficos y mapas estadísticos de la AEMET, hemos sufrido
un otoño caluroso con temperaturas medias 2-3 º por encima de lo usual en estas fechas.
3.- La llampuga es comúnmente conocida como “el pez de las tormentas”, que aparecen agrupándose y acelerando sus ciclos vitales tras éstas. Pero este año, las tormentas asociadas con la “gota fría”, han tenido lugar en el marco de unas temperaturas demasiado elevadas (tanto del ambiente como del mar como tierra aentro, sin un sensible cambio posterior en la climatología), por lo que ese efecto de atracción para este pez ha quedado disipado, ya que probablemente éste asocia las tormentas con cambios estacionales, que en este caso no han tenido lugar de una forma rotunda, sin llegar a activar los mecanismos bioclimáticos-sensoriales del pez.
4.- El fuerte crecimiento de la población de atunes, consecuencia de las medidas de protección de la especie en los últimos años, asi como la notable reducción del cupo profesional (y deportivo) de capturas, ha provocado que el atún pase a ser un gran enemigo para la llampuga en la competencia por el alimento. Téngase en cuenta que la llampuga no llega pasar de 15-20 kg y el atún es un gran depredador que puede llegar a alcanzar los 500 kg . A este respecto, es muy significativo, y probablemente haya una relación causa-efecto, entre el aumento de la población del atún y la disminución de las llampugas, mucho más aun si consideramos que los grandes ejemplares de atún rojo se han vuelto a localizar en aguas someras (entre 50 y 100 m ) en los 2-3 últimos años, cuando prácticamente habían desaparecido de éstas desde que tuvieron lugar grandes pesquerías por flotas comunitarias allá por mediados de los años 90, con objeto de su comercialización al mercado japonés. En ese intervalo de unos tres lustros (entre 1995 y 2010), era necesario desplazarse a distancias superiores a 25-30 millas para encontrar atunes adultos, hasta que las fuertes medidas de protección de la especie han tenido sus efectos. Durante esos años, la llampuga ha sido la “reina” de las costas en la temporada otoñal, sin apenas competencia por el alimento, viéndose ahora seriamente comprometido su reinado por la abundante competencia de sus -numerosos y superiores en tamaño- rivales.
De prácticamente la totalidad que se ha dicho sobre las llampugas en el presente artículo podríamos extrapolarlo a las SERIOLAS, especie que, aunque no tenga mucho que ver con la llampuga (aquella es un carángido y esta un corifénido), sí coinciden en su período reproductor y de mayor actividad y en su querencia a agruparse bajo objetos flotantes (especialmente boyas y cabos sumergidos), así como también arrecifes artificiales y pecios. Este año al menos, y a pesar de que a finales de agosto aparecieron masivamente alevines de apenas 100 gramos, está siendo tarea muy dificil encontrar ejemplares de cierto tamaño en los lugares habituales (piscifactorías, etc), probablemente por las mismas causas (o al menos por algún denominador común) que en el caso de las llampugas.
Sean más o menos ciertas las hipótesis que se exponen, la realidad es que los pescadores deportivos nos encontramos ante una situación de añoranza de una especie que, cuando abundaba era más bien infravalorada o incluso despreciada (recuerdo el apelativo "las raquetas" cuando alguno venía a puerto con un buen puñado de llampugas). En esos tiempos de bonanza llampuguil se echaban de menos los atunes para pescarlos "a porrillo" (cuando no estaba prohibido) y se hacía poco caso al valor de la llampuga. Ahora que ésta escasea y que llegar a puerto con un atún es peor que llevar un alijo de droga, resulta un trofeo mucho más codiciado que antaño, y parece que hasta su sabor haya mejorado, y lo que antes "estaba demasiado seco" ahora se ha convertido en un "bocati di Cardinali".
En fin, esta "morriña" va implícita en la naturaleza humana. Como diría el gran Jorge Manrique:
"Ni contigo ni sin ti
tienen mis males remedio;
contigo, porque me matas
y sin ti, porque me muero".
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